Cosas locas que se hacen en el sexo
Entre las relaciones sexuales ya sean estas de parejas, tríos, o de grupos; así como de distintos o de iguales géneros, surgen deseos, impulsos, imaginaciones que tanto el hombre como la mujer quieren intentar, para volver el acto sexual más erótico emocionante que obviamente enloquecen agradablemente a quienes participan en el sexo.
Es pues importante variar la rutina, el ritmo, posiciones, ambientes, así como incorporar objetos eróticos, música, caricias novedosas que exciten y hagan más emocionante el acto sexual. Ahora bien, no olvidemos que para que tenga éxito esta premisa, es predominante considerar a cada persona de acuerdo con su rutina de trabajo, disponibilidad de tiempo, gustos y placeres; de este modo se facilitara la relación sexual más entretenidas.
Así mismo resulta determinante para la satisfacción sexual la apertura de una comunicación espontanea, sin cuestionamientos; donde cada quien exprese sus necesidades y más allá aquellas tentaciones que le agregarían más placer al sexo; y poner en práctica su deseo sexual al susurrárselo al oído acompañado de caricias que animen a realizar las peticiones con suma pasión y placer; logrando en el ínterin intercambiar posiciones, el ritmo de acuerdo a las exigencias sexuales que se vayan desarrollando. Estos aspectos avanzan de tal manera que apartas el aburrimiento cotidiano y rutinario; hasta romper con lo predecible que se puede volver la relación sexual, que, en vez de inyectarle emoción, se vuelven como una actividad o tarea más asignadas a los quehaceres de la pareja.
Definitivamente para avivar la relación deben conocerse los deseos del hombre y de la mujer; en virtud que el hombre lleva el control de la fuerza e ímpetu, y la mujer le motiva las palabras amorosas; sorpresivamente se conocen hombres con experiencias sexuales y muy creativos que quedan sorprendidos ante los gustos sexuales de las mujeres, que en comunión entre las partes garantizan el calentamiento, arranque hasta alcanzar la plenitud buscada; donde a medida que transcurre el acto sexual se ira fomentando espontáneamente diferentes posturas y ritmos que satisfagan a ambos. Además de ello debe considerarse que el acto relación sexual como tal no debe ser ni muy corta y prolongada, el tiempo exacto y preciso para el disfrute y goce del momento, donde cada uno logre el placer personal a su máxima expresión y a su vez procure a su pareja la satisfacción sexual de acuerdo con los gustos eróticos manifestados, y en común se consolide una alocada y agradable sensación sexual.